sábado, 2 de abril de 2011

Mercedes Milá

Los que sólo hayan visto a Mercedes Milá por la tele pensarán que es una mujer que se come la pantalla. Se cree lo que hace, lo que dice, se cree cómo lo dice. Conoce igual de bien los tacones desde los que habla o el suelo que pisa que las arrugas que se le ponen cuando se ríe. O cuando está demasiado enfadada. Seduce igual con un escote que con un chaleco. Sabe llevar los pantalones, pero también cómo cruzar las piernas con una falda ceñida a los muslos. A lo mejor es por eso que los smoking (el carácter patronado con la sensualidad de Yves Saint Laurent) le sientan tan bien.
Ahora, vuelve con más fuerza que nunca. No es un programa cualquiera. Actualidad, entrevistas y una buena dosis de  humor. Alta participación del público y, por supuesto, un gran equipo de profesionales. Llega la Tribu y con ella la arrebatadora Mercedes Milá.
Describir a la indescriptible resulta complicado. En cuatro palabras: se come la pantalla. Arriesgada y atrevida ha despuntado en casi todos los programas que ha dirigido. Desde ‘Gran Hermano hasta ‘Diario de…’, la fuerza de la periodista se palpa en el ambiente.
Ella, junto a Javier Sardá, Boris Izaguirre y Carlos Latre, presentan un formato innovador en prime time. “Los que estamos aquí llevamos mucho tiempo haciendo televisión y vamos a darlo todo”, sentencia la periodista. ¿Su función? Trasladar los mensajes que envíen los telespectadores a través de la red.
“Mi contacto con la web a través de mi blog de telecinco.es ‘Lo que me sale del bolo’ me ha mostrado que la televisión sin Internet no va a tener ningún sentido”, sentencia Milá. Aquí está es el quid de la cuestión. Y es que, como dice ella, “la televisión sin Internet no tiene ningún sentido
Quienes hayan tenido la oportunidad de encontrarla fuera de la tele, sabrán que además de una bestia televisiva es una fuerza de la naturaleza. Ella es así, exactamente como la imaginas. Da igual que hable con el camarero, con el consejero delegado, con el becario o con el director del programa. Milá en estado puro las veinticuatro horas del día. Un torbellino de energía que cambia el paisaje a su paso.
 ¿Su mejor cualidad? Hacer siempre lo que le da la gana. Una virtud difícil de mantener en el tiempo, pues requiere valentía y firmeza, tanto para acertar como para equivocarse. En una palabra: arriesga

 Aqui va una web de Mercedes Milá:


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